sábado, 20 de septiembre de 2008

COMPARTIENDO LA PALABRA EN UN BARRIO HUMILDE



Fue para mí un gran gozo el haber compartido los sábados a la tarde, las actividades en el salón que mi iglesia abrió en Villa Hidalgo, provincia de Buenos Aires. Recuerdo aquí una de esas jornadas.



Pude acompañar un momento de alabanza con mi guitarra del que participaron las madres con sus pequeños, que asisten regularmente a estas “Horitas Felices”, como llamamos a estas clases bíblicas infantiles.Luego de una breve lectura de una de las organizadoras del sitio, pasamos a las aulas. Allí se me asignaron a niños y niñas de 9 a 11 años, habitantes del barrio mencionado.



He podido compartirles la historia de Elías: de cuando tuvo gran celo por las cosas de Dios y fue perseguido por Jezabel, esposa del rey Acab. Allí se desanimó y ese era el tema de hoy: el desánimo. Cuando se durmió bajo un árbol se despertó con un ángel que le dio de comer y beber. Luego de caminar por el desierto se ocultó en una caverna y Dios le habló. Saliéndose de la caverna se encontró con un terrible viento, terremotos y fuegos, para pasar a una suave brisa, en la que estaba Dios. Su ánimo fue recobrado cuando Dios le mostró que quedaban 7000 personas como él, que no habían doblado sus rodillas ante dioses falsos y pudo reunirse con ellos. La moraleja fue que hablando con Dios y buscando en su Palabra podemos tener nuevas fuerzas frente al desánimo.”La ley de Jehová es pura, que convierte el alma” como dice el Salmo 19 versículo 7.



Los chicos además completaron actividades, dieron opiniones, dibujaron, explicaron de mil maravillas la lección del día y luego compartimos galletitas y leche chocolatada (para muchos el motivo esencial por el que asisten al lugar). Fue un día maravilloso en donde los más pequeños también pudieron compartir, aprender de la Palabra y dejarnos a nosotros, sus maestros, su amor reflejado en esos ojitos tiernos. Que el Señor siga bendiciendo esta y toda obra que sirva para predicar el Evangelio, para estar compartiendo con los excluidos. Dios les deje a cada uno su Paz.

martes, 16 de septiembre de 2008

FELIZ DÍA DEL PROFESOR

17 DE SETIEMBRE. DÍA DEL PROFESOR EN ARGENTINA

Muchos recordarán, como corresponde, a ese tribuno infatigable, gran orador, excelente docente: José Manuel Estrada. Otros, memoriosos, revivirán sus travesuras adolescentes. Se arrepentirán de haberlos hecho enojar innecesariamente; de no haberles hecho caso en la vida, tal vez; de olvidarlos y no haberlos visto más; de no haberles dicho lo que, con el tiempo, sintieron por ellos.
Cada uno, recordará a sus profesores a su manera. Alguien evocará las tres películas de Luis Sandrini y su "profesor hippi"; o a Cantinflas; o las "locuras del profesor" Carlitos Balá; o el "profesor punk" Jorge Porcel;o al vapuleado por el Chavo , profesor Jirafales; o "el profesor chiflado" Jerry Lewis o Eddie Murphy; o las clásicas: "Almafuerte" (con Narciso Ibañez Menta), "Su mejor alumno" (Enrique Muiño y Angel Magaña), "Al maestro con cariño" (Sidney Poitier), "La sociedad de los poetas muertos" (Robin Williams) o la reciente "Los coristas" (
Gérard Jugnot). Un tema recurrente: el docente que llega al corazón de sus alumnos rebeldes, enfrentados a la sociedad y al mundo adulto.
Tanto nos marcaron nuestros profesores que ,en serio y en broma ,se les dedicaron tantas películas!!!!
Yo, en un día tan especial, quiero acordarme de mis profesores del Comercial de Ballester (el de la calle Lacroze) , de los de la Facultad de Derecho (UBA), de los de mi formación docente (ICEA) y de aquellos con los que comparto mi vocación desde hace 22 años, de los que aprendí y aprendo mucho.
Pero, sobre todas las cosas, quiero acordarme de mis alumnos: para quienes, en definitiva, existimos los profesores. Solamente por ellos, este misterio se hace realidad; se renueva de generación en generación.

SOLEADA ALEGRÍA


Oye: es la voz del amor


hablando a tu corazón.


Goza esa Paz interior


que solo viene de Dios.


Anda repartiendo calor,


dale abrigo por favor.


Siente en tu alma dolor


por los que sufren sin razón.

Estribillo:


Llévales el día,


soleada alegría.


Llévales un pan


y una canción.


Que así la vida,


aun no está perdida,


si unimos nuestras manos


y juntos trabajamos


y juntos caminamos
hacia Dios.

Habla una palabra sincera,


que sea para bendecir.


Tu voz suene a primavera


para quien la pueda oir.


Lucha contra el odio y la muerte;


nunca te dejes vencer,


Que alguien necesita hoy verte


y contigo renacer.

Hugo Daniel Turrini


(inspirado en la Madre Teresa de Calcuta ,1997)